Opinión Personal
Fahrenheit 451 es una novela genial que de seguro seguirá
dando vueltas en mi cabeza después de mucho tiempo. Es de esos libros que uno
escucha una y otra vez sin decidirse del todo a leerlo y, luego de hacerlo, se
da cuenta de su fantástica decisión.
Desde una perspectiva más llevada a la forma, este libro
está escrito de una forma comprensible y dinámica, sin caer en descripciones
demasiado largas pues cuenta con dos ejes centrales: las acciones y las
reflexiones. La cantidad de personajes es la justa y necesaria y los diálogos
tienden a ser de a dos personas. De esta forma no es posible perderse en las
ideas que presenta, lo que es muy relevante para su temática, ya que, que al
fin y al cabo, emula a un manifiesto, en este caso a favor de la libertad.
Y así pasamos a los elementos de fondo. Fahrenheit 451 es
una oda a la libertad de pensamiento al mismo tiempo que un libro aterrador. Es
una crítica, simultáneamente. Pero más allá de una crítica a lo que es la
sociedad hoy en día, a lo que somos nosotros hoy en día, es una crítica a lo
que nos estamos convirtiendo. Esa es la parte aterradora del relato. Hay una
cita en específico, “No es extraño que los libros dejaran de venderse, decían
los críticos. (…) No era una imposición del Gobierno. No hubo ningún dictado,
ni declaración, ni censura, no. La tecnología, la explotación de las masas y la
presión de las minorías produjo el fenómeno” (pág. 67). Hasta cierto punto, eso es lo que
estamos viviendo hoy en día. Vamos de camino a esta realidad distópica. Y
estamos más cerca de lo que creemos.
"Fahrenheit 451" por Zetsubouzed, Deviantart |
Otro elemento que me gustaría destacar es la complejidad de
sus personajes. Guy Montag, nuestro protagonista, pasa por un desarrollo de
personaje asombroso, tras el cual comparar al Montag de la primera página y al
de la última es una tarea dificilísima. Comienza indiferente, pasa a estar
asustado y termina frenético. Por otro
lado, tenemos a un personaje extraño, difícil de comprender como es el Capitán.
Como lo mencioné en su descripción, es una contradicción en sí misma. La mayor
parte del texto no se tiene la menor idea de lo que pasa por su cabeza, pero
está claro que no es esa ignorancia embobada por la que pasa el resto. Ya hacia
el final, sabemos verdaderamente lo que sintió durante mucho tiempo, que
verdaderamente el conocimiento le quitó la felicidad.
Y el final. Ese sí fue un Knock-Out. Pero uno extraño. Uno
que se veía venir, en alguna parte de nuestro subconsciente. Pero que ignoramos
hasta el mismo instante en el que estaba ocurriendo, porque había tantos
problemas y tantas cosas pasando con Montag, que obviamos el hecho de que había
iniciado una guerra. Como pegados a un televisor, olvidamos que había un mal
mayor. Igual que los personajes del libro. Bien jugado, Bradbury.
Este libro tiene su lugar asegurado en mi memoria.
Pues bueno. Sí pasé por todos esos cambios. Y el final... En verdad, pasamos advertencia tras advertencia. Y lo dejamos pasar. A todos nos terminó sorprendiendo.
ResponderBorrarMi historia es una advertencia, eso es lo que no deben dejar pasar. Se les viene el futuro encima, y es más extraño de lo que creen.
Impresionante. Tantos pensamientos que se pueden sacar de una historia, y de la cual yo formé parte. Me alegra haber estado ahí y haber catalizado el cambio, haber hecho que al menos una persona pensara distinto.
ResponderBorrar¿Habría pasado algo más si la ciudad no se hubiera visto envuelta en la destrucción?
No lo sé, y tengo tantas preguntas...
¡Qué asombrosa tarea tenemos por delante! Sabemos lo que ha pasado y lo que podría volver a pasar, y haremos todo lo posible para que no se vuelva a repetir. Y si ocurre, aquí estamos para pasar el conocimiento.
ResponderBorrar¡El poder está en nuestras mentes!